Su estancia en el corazón de la Provenza
Respire y tómese el tiempo de vivir y saborear: una estancia en el Hôtel d’Europe es la promesa de una pausa mágica y sosegadora en pleno centro histórico de Aviñón. En pareja, en familia o en viaje de negocios, descubra la Ciudad de los Papas e imprégnese de la dulzura de la Provenza.
Estancia en Aviñón Ciudad con encanto, historia, cultura y gastronomía
Idealmente ubicado en pleno centro histórico, el Hôtel d’Europe constituye el punto de partida ideal para visitar la ciudad de Aviñón.
Paseando por sus calles medievales, descubrirá los edificios que nos cuentan la historia de Aviñón: las murallas construidas en el siglo XIV, que rodean el centro histórico y los dos lugares declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO: el ineludible Palacio de los Papas, palacio gótico más grande del mundo y residencia papal entre 1309 y 1423, y el Puente Saint-Bénezet, más conocido como «Puente de Aviñón»…
Frente al Palacio de los Papas, el edificio de la Casa de las Monedas hace gala de una arquitectura barroca heredada del siglo XVII, mientras que la Ópera de Aviñón, situada en la Place de l’Horloge y cuya primera construcción se remonta a 1824, luce una fachada de estilo grecorromano con columnas.
En primer lugar, hay numerosos museos, donde le esperan colecciones permanentes y exposiciones durante todo el año: el museo del Petit Palais, que reúne cerca de 390 pinturas y 600 esculturas desde la época medieval hasta principios del Renacimiento, el museo Calvet , el de Bellas Artes y Arqueología o el Palacio del Roure, que cuenta la historia de la Región…
Cada año, las calles de Aviñón y los lugares más destacados de la ciudad se convierten en un escenario al aire libre para acoger el mayor festival de teatro y artes escénicas del mundo: elfestival de Aviñón reúne durante un mes a los actores y directores con el público, que acude a admirar las representaciones ante decorados tan excepcionales como el patio de honor del Palacio de los Papas, los claustros de los Celestinos y los Carmelitas, la Ópera de Aviñón o la cantera de Boulbon.
En lo que a gastronomía se refiere, su paladar estará de enhorabuena: aceite de oliva, tomates, fresas, quesos, dulces... Y para acompañar todo ello, los vinos de los Papas de Aviñón y los de los prestigiosos y cercanos viñedos de Côtes-du-Rhône. Dese un paseo por los mercados de la ciudad y los pueblos de los alrededores para adquirir los productos que componen los platos de inspiración provenzal y mediterránea.
Descubra el encanto de la Provenza
Una tierra auténtica con múltiples facetas
Embarcarse en un viaje por la Provenza con salida de Aviñón es maravillarse con magníficos paisajes, deleitarse con los aromas de la lavanda y con el rocío del Mediterráneo, disfrutar de una tranquilidad y un estilo de vida apacible que no se encuentran en ningún otro sitio.
Saint-Rémy-de-Provence, les Baux-de-Provence, Maussane-les-Alpilles... Todos estos nombres invitan a descubrir los paisajes naturales típicos y los inimitables colores de la Provenza, que en su día inspiraron a pintores como Van Gogh. Al sur de Aviñón, el macizo de los Alpilles y sus pintorescos pueblos ofrecen en cualquier época del año una escapada relajante para disfrutar en pareja o en familia.
A unos pocos kilómetros al este de Aviñón, el Luberon nos descubre sus paisajes preservados: campos de lavanda, amapolas y girasoles, los acantilados ocres y rojizos del Rosellón y algunos de los pueblos más bellos de Francia. Gordes, antigua fortaleza que domina el valle de Apt, Lourmarin, a los pies del Luberon, La Tour-d’Aigues y sus adorables callejuelas... Paseos todos ellos increíbles a tan solo unos kilómetros del Hôtel d’Europe…
A orillas del Mediterráneo, el Parque Natural Regional de Camarga es una reserva natural protegida con una flora y una fauna fascinantes. Para llegar desde Aviñón, primero hay que atravesar el departamento de Gard y pasar por la ciudad de Arles. Siguiendo el curso del Ródano, al final le estarán esperando las maravillas naturales de la Camarga: albuferas, marismas y arrozales, flamencos y aves protegidas.
A continuación, tome la carretera hacia el sudeste en dirección a Marsella y sus calas. Una ciudad con mucho carácter a la que merece la pena dedicar un día para descubrir su Puerto Viejo, su basílica de Nuestra Señora de la Guarda (a menudo llamada la Buena Madre) y sus barrios típicos de Le Panier y Cours Julien. Luego podrá tomar la carretera de la Corniche y continuar hasta el Parque Nacional de Calanques: calas protegidas y acantilados que caen abruptamente sobre un agua azul turquesa. ¡La diversión está asegurada! El único problema es elegir cómo descubrirlas: a pie, buceando, en barco, en kayak...